Te
ofrezco, Señor,
todos
mis pensamientos,
todas
mis palabras,
todas
mis obras
y
el alma mía.
Bendícelos,
a fin de
que
no haya ninguno
que
no sea hecho
por
tu amor.
NO ME MUEVE MI DIOS.....
No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera
ADORO TE DEVOTE
NO ME MUEVE MI DIOS.....
No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera
ADORO TE DEVOTE
Te adoro con devoción, Dios
escondido, oculto verdaderamente bajo estas apariencias. A ti se somete mi
corazón por completo, y se rinde totalmente al contemplarte.
Al juzgar de ti se equivocan la
vista, el tacto, el gusto, pero basta con el oído para creer con firmeza;
creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios; nada es más verdadero que esta
palabra de verdad.
En la cruz se escondía sólo la
divinidad, pero aquí también se esconde la humanidad; creo y confieso ambas
cosas, y pido lo que pidió el ladrón arrepentido.
No veo las llagas como las vio
Tomás, pero confieso que eres mi Dios; haz que yo crea más y más en ti, que
en ti espere, que te ame.
¡Oh memorial de la muerte del
Señor! Pan vivo que da la vida al hombre; concédele a mi alma que de ti viva,
y que siempre saboree tu dulzura.
Señor Jesús, bondadoso pelícano,
límpiame, a mí, inmundo, con tu sangre, de la que una sola gota puede liberar
de todos los crímenes al mundo entero.
Jesús, a quien ahora veo escondido,
te ruego que se cumpla lo que tanto ansío: que al mirar tu rostro ya no
oculto, sea yo feliz viendo tu gloria. Amén.
|
SÍMBOLO ATANASIANO
27. Pero para alcanzar la salvación eterna es preciso también creer firmemente en la Encarnación de Nuestro Señor Jesucristo.
28. La fe verdadera consiste en que creamos y confesemos que Nuestro Señor Jesucristo; Hijo de Dios, es Dios y Hombre.
29. Es Dios, engendrado de la misma substancia que el Padre, antes del tiempo; y hombre, engendrado de la substancia de su Madre Santísima en el tiempo.
30. Perfecto Dios y perfecto hombre: que subsiste con alma racional y carne humana.
31. Es igual al Padre según la divinidad; menor que el Padre según la humanidad.
32. El cual, aunque es Dios y hombre, no son dos cristos, sino un solo Cristo.
33. Uno, no por conversión de la divinidad en cuerpo, sino por asunción de la humanidad en Dios.
34. Uno absolutamente, no por confusión de substancia, sino en la unidad de la persona.
35. Pues como el alma racional y el cuerpo forman un hombre; así, Cristo es uno, siendo Dios y hombre.
36. Que padeció por nuestra salvación: descendió a los infiernos y al tercer día resucitó de entre los muertos.
37. Subió a los cielos y está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso: desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
38. Y cuando venga, todos los hombres resucitarán con sus cuerpos, y cada uno rendirá cuentas de sus propios hechos.
39. Y los que hicieron el bien gozarán de vida eterna, pero los que hicieron el mal irán al fuego eterno.
40. Esta es la fe católica, y quien no la crea fiel y firmemente
no se podrá salvar.
VISITA AL SANTÍSIMO
BENDICIÓN DEL VIAJE
REGINA COELI
1.
Todo el que quiera
salvarse, es preciso ante todo que profese la fe católica:
2. Pues quien no la observe íntegra y sin tacha, sin duda alguna perecerá eternamente.
3. Y ésta es la fe católica: que veneremos a un solo Dios en la Trinidad Santísima y a la Trinidad en la unidad.
4. Sin confundir las personas, ni separar la substancia.
5. Porque una es la persona del Padre, otra la del Hijo y otra la del Espíritu Santo.
6. Pero el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son una sola divinidad, les corresponde igual gloria y majestad eterna.
7. Cual es el Padre, tal es el Hijo, tal el Espíritu Santo.
8. Increado el Padre, increado el Hijo, increado el Espíritu Santo.
9. Inmenso el Padre, inmenso el Hijo, inmenso el Espíritu Santo.
10. Eterno el Padre, eterno el Hijo, eterno el Espíritu Santo.
11. Y sin embargo no son tres eternos, sino un solo eterno.
12. De la misma manera, no tres increados, ni tres inmensos, sino un increado y un inmenso.
13. Igualmente omnipotente el Padre, omnipotente el Hijo, omnipotente el Espíritu Santo.
14. Y, sin embargo, no tres omnipotentes, sino un omnipotente.
15. Del mismo modo, el Padre es Dios, el Hijo es Dios, el Espíritu Santo es Dios.
16. Y, sin embargo, no son tres Dioses, sino un solo Dios.
17. Así el Padre es Señor, el Hijo es Señor, el Espíritu Santo es Señor.
18. Y, sin embargo, no son tres Señores, sino un solo Señor.
19. Porque así como la verdad cristiana nos obliga a creer que cada persona es Dios y Señor, la religión católica nos prohibe que hablemos de tres Dioses o Señores.
20. El Padre no ha sido hecho por nadie, ni creado, ni engendrado.
21. El Hijo procede solamente del Padre, no hecho, ni creado, sino engendrado.
22. El Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo, no hecho, ni creado, ni engendrado, sino procedente.
23. Por tanto hay un solo Padre, no tres Padres; un Hijo, no tres Hijos; un Espíritu Santo, no tres Espíritus Santos.
24. Y en esta Trinidad nada hay anterior o posterior, nada mayor o menor: pues las tres personas son coeternas e iguales entre sí.
25. De tal manera que, como ya se ha dicho antes, hemos de venerar la unidad en la Trinidad y la Trinidad en la unidad.
26. Por tanto, quien quiera salvarse es necesario que crea estas cosas sobre la Trinidad.
2. Pues quien no la observe íntegra y sin tacha, sin duda alguna perecerá eternamente.
3. Y ésta es la fe católica: que veneremos a un solo Dios en la Trinidad Santísima y a la Trinidad en la unidad.
4. Sin confundir las personas, ni separar la substancia.
5. Porque una es la persona del Padre, otra la del Hijo y otra la del Espíritu Santo.
6. Pero el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son una sola divinidad, les corresponde igual gloria y majestad eterna.
7. Cual es el Padre, tal es el Hijo, tal el Espíritu Santo.
8. Increado el Padre, increado el Hijo, increado el Espíritu Santo.
9. Inmenso el Padre, inmenso el Hijo, inmenso el Espíritu Santo.
10. Eterno el Padre, eterno el Hijo, eterno el Espíritu Santo.
11. Y sin embargo no son tres eternos, sino un solo eterno.
12. De la misma manera, no tres increados, ni tres inmensos, sino un increado y un inmenso.
13. Igualmente omnipotente el Padre, omnipotente el Hijo, omnipotente el Espíritu Santo.
14. Y, sin embargo, no tres omnipotentes, sino un omnipotente.
15. Del mismo modo, el Padre es Dios, el Hijo es Dios, el Espíritu Santo es Dios.
16. Y, sin embargo, no son tres Dioses, sino un solo Dios.
17. Así el Padre es Señor, el Hijo es Señor, el Espíritu Santo es Señor.
18. Y, sin embargo, no son tres Señores, sino un solo Señor.
19. Porque así como la verdad cristiana nos obliga a creer que cada persona es Dios y Señor, la religión católica nos prohibe que hablemos de tres Dioses o Señores.
20. El Padre no ha sido hecho por nadie, ni creado, ni engendrado.
21. El Hijo procede solamente del Padre, no hecho, ni creado, sino engendrado.
22. El Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo, no hecho, ni creado, ni engendrado, sino procedente.
23. Por tanto hay un solo Padre, no tres Padres; un Hijo, no tres Hijos; un Espíritu Santo, no tres Espíritus Santos.
24. Y en esta Trinidad nada hay anterior o posterior, nada mayor o menor: pues las tres personas son coeternas e iguales entre sí.
25. De tal manera que, como ya se ha dicho antes, hemos de venerar la unidad en la Trinidad y la Trinidad en la unidad.
26. Por tanto, quien quiera salvarse es necesario que crea estas cosas sobre la Trinidad.
27. Pero para alcanzar la salvación eterna es preciso también creer firmemente en la Encarnación de Nuestro Señor Jesucristo.
28. La fe verdadera consiste en que creamos y confesemos que Nuestro Señor Jesucristo; Hijo de Dios, es Dios y Hombre.
29. Es Dios, engendrado de la misma substancia que el Padre, antes del tiempo; y hombre, engendrado de la substancia de su Madre Santísima en el tiempo.
30. Perfecto Dios y perfecto hombre: que subsiste con alma racional y carne humana.
31. Es igual al Padre según la divinidad; menor que el Padre según la humanidad.
32. El cual, aunque es Dios y hombre, no son dos cristos, sino un solo Cristo.
33. Uno, no por conversión de la divinidad en cuerpo, sino por asunción de la humanidad en Dios.
34. Uno absolutamente, no por confusión de substancia, sino en la unidad de la persona.
35. Pues como el alma racional y el cuerpo forman un hombre; así, Cristo es uno, siendo Dios y hombre.
36. Que padeció por nuestra salvación: descendió a los infiernos y al tercer día resucitó de entre los muertos.
37. Subió a los cielos y está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso: desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
38. Y cuando venga, todos los hombres resucitarán con sus cuerpos, y cada uno rendirá cuentas de sus propios hechos.
39. Y los que hicieron el bien gozarán de vida eterna, pero los que hicieron el mal irán al fuego eterno.
40. Esta es la fe católica, y quien no la crea fiel y firmemente
no se podrá salvar.
VISITA AL SANTÍSIMO
•VIVA
JESÚS SACRAMENTADO
-VIVA
Y DE TODO SEA AMADO
•PADRE
NUESTRO...
•AVE
MARÍA...
•GLORIA
AL PADRE, AL HIJO....
( 3 VECES)
•VIVA
JESUS SACRAMENTADO
-VIVA
Y DE TODO SEA AMADO
•COMUNIÓN
ESPIRITUAL:
YO
QUISIERA, SEÑOR, RECIBIROS
CON
AQUELLA PUREZA , HUMILDAD
Y DEVOCIÓN CON QUE OS RECIBIÓ
VUESTRA SANTISIMA MADRE,
CON
EL ESPÍRTU
Y
FERVOR DE LOS SANTOS.
BENDICIÓN DE LOS ALIMENTOS
BENDICIÓN DE LOS ALIMENTOS
Antes de la comida:
V. Bendice Señora nosotros,
y a estos alimentos
que recibimos de tus manos
R. Así sea.
V. El Rey de la gloria eterna,
nos haga partícipes
de su mesa celestial.
R. Así sea
Después de la comida:
V. Te damos gracias,
Omnipotente Dios,
por todos tus beneficios.
Tú que vives y reinas,
por los siglos de los
siglos.
R. Así sea
V. El Señor nos de su
paz.
R. Y la vida eterna.
V. Así sea
BENDICIÓN DEL VIAJE
Por
intercesión de
Santa
María Virgen
que
tengamos
buen
viaje,
que
el Señor esté
en
nuestro camino
y
sus Ángeles nos
Acompañen.
San
Rafael,
Ruega
por nosotros.
REGINA COELI
Regina Coeli
V. Alégrate, Reina del cielo;
aleluya,
R. Porque el que mereciste llevar en tu seno; aleluya.
V. Ha resucitado, según predijo;
aleluya,
R. Ruega por nosotros a Dios;
aleluya.
V. Gózate y alégrate, Virgen María; aleluya,
R. Porque ha resucitado Dios verdaderamente; aleluya
aleluya,
R. Porque el que mereciste llevar en tu seno; aleluya.
V. Ha resucitado, según predijo;
aleluya,
R. Ruega por nosotros a Dios;
aleluya.
V. Gózate y alégrate, Virgen María; aleluya,
R. Porque ha resucitado Dios verdaderamente; aleluya
.
Oración. Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo,
Oración. Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo,
nuestro Señor
Jesucristo, te has dignado
dar la alegría al mundo,
concédenos que
por su Madre, la Virgen María,
alcancemos el goce de la vida eterna.
Por el mismo Cristo Nuestro Señor.
R. Amén.
R. Amén.
SECUENCIA EUCARÍSTICA
Alaba, alma mía, a
tu Salvador; alaba a tu guía y Pastor con himnos y cánticos.
Pregona su gloria
cuanto puedas, porque Él está sobre toda alabanza, y jamás podrás alabarle lo
bastante.
El tema especial
de nuestros loores es hoy el Pan vivo y que da Vida.
El cual no dudamos
fue dado en la mesa de la Sagrada Cena a los doce Apóstoles.
Sea, pues, llena,
sea sonora, sea alegre, sea pura la alabanza de nuestra alma.
Porque celebramos
solemnemente el día en que este divino Banquete fue instituído.
En esta mesa del
nuevo Rey, la Pascua nueva de la Nueva Ley pone fin a la Pascua antigua.
Instruídos, con
sus santos mandatos, consagramos el pan y el vino, que se convierten en Hostia
de salvación.
Es dogma para los
cristianos, que el pan se convierte en carne, y el vino en sangre.
Lo que no
comprendes y no ves, una fe viva lo atestigua, fuera de todo el orden de la
naturaleza.
Bajo diversas
especies, que son accidente y no sustancia, están ocultos los dones más
preciados.
Su Carne es
alimento y Su Sangre bebida; mas todo entero está bajo cada especie.
Se recibe íntegro,
sin que se le quebrante ni divida; recíbese todo entero.
Recíbelo uno,
recíbenlo mil; y aquél le toma tanto como éstos, pues no se consume al ser
tomado.
Recíbenlo los
buenos y los malos; pero con desigual resultado, pues sirve a unos de vida y a
otros de condenación y muerte.
Es muerte para los
malos, y vida para los buenos; mira cómo un mismo alimento produce
efectos tan diversos.
Cuando se divide
el Sacramento, no vaciles, sino recuerda que Jesucristo tan entero está en cada
parte como antes en el todo.
Ninguna partición
hay en la sustancia, tan sólo hay partición de los accidentes, sin que se
disminuya ni el estado, ni la estatura del que está representado.
He aquí el Pan de
los Ángeles, hecho alimento de viandantes; es verdaderamente el Pan de los
hijos, que no debe ser echado a los perros.
Estuvo ya
representado por las figuras de la antigua Ley, en la inmolación de Isaac, en
el sacrificio del Cordero Pascual, y en el Maná dado a nuestros padres.
Buen Pastor, Pan
verdadero, ¡oh Jesús! apiádate de nosotros. Apaciéntanos y protégenos; haz que
veamos los bienes en la tierra de los vivientes.
Tú, que todo
los sabes y puedes, que nos apacientas aquí cuando somos aún mortales, haznos
allí tus comensales, coherederos y compañeros de los santos ciudadanos del
Cielo. Amén. Aleluya.
MISTERIOS DEL SANTO ROSARIO
MISTERIOS GOZOSOS
(lunes y sábado)
1o. La Encarnación.
2o. La Visitación de nustra Señora a su prima Santa Isabel.
3o. El Nacimiento del Hijo de Dios
4o. La Purificación de Nuestra Señora
5o. El Niño perdido y hallado en el Templo
MISTERIOS DOLOROSOS
(martes y viernes)
1o. La oración de Jesús en el huerto
2o. La flagelación del Señor
3o. La coronación de espinas
4o. La Cruz a cuestas
5o. Jesús muere en la Cruz
MISTERIOS GLORIOSOS
(miércoles y domingos)
1o. La Resurrección del Señor
2o. La Ascención del Señor a los Cielos
3o.La venida del Espíritu Santo
4o. La Asunción de Nuestra Señora
5o. La Coronación de María Santísima
MISTERIOS LUMINOSOS
(jueves)
1o. El Bautismo del Señor
2o. Las bodas de Caná
3o.La predicación del reino
4o. La Transfiguración
5o. La Institución de la Eucaristía
LETANÍAS DEL SANTO ROSARIO
Santa María
Santa Madre de Dios
Santa Virgen de la Vírgenes
Madre de Cristo
Madre de la Iglesia
Madre de la Divina Gracia
Madre purísima
Madre castísima
Madre sin mancha
Madre sin corrupción
Madre inmaculada
Madre amable
Madre admirable
Madre del buen consejo
Madre del Creador
Madre del Salvador
Virgen prudentísima
Virgen venerable
Virgen digna de alabanza
Virgen poderosa
Virgen Clemente
Virgen Fiel
Espejo de justicia
Asiento de la Sabiduría
Causa de nuestra alegría
Vaso espiritual
Vaso honorable
Vaso insigne de Devoción
Rosa mística
Torre de David
Torre de marfil
Casa de oro
Arca de la alianza
Puerta del Cielo
Estrella de la mañana
Salud de los enfermos
Refugio de los pecadores
Consuelo de lo afligidos
Auxilio de los cristianos
Reina de los ángeles
Reina de los patriarcas
Reina de los profetas
Reina de los apóstoles
Reina de los mártires
Reina de los confesores
Reina de las vírgenes
Reina de todos los santos
Reina concebida sin mancha del pecado original
Reina llevada al Cielo
Reina del Santísimo Rosario
Reina de la familia
Reina de la paz.
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